Las empanadas en Argentina: un viaje gastronómico por cada provincia
Empanadas tucumanas: el orgullo del norte
Si hay una provincia que defiende con pasión sus empanadas, esa es Tucumán. Las empanadas tucumanas son un símbolo de identidad local y hasta cuentan con una "Fiesta Nacional de la Empanada". Tradicionalmente, se rellenan con carne vacuna cortada a cuchillo, cebolla, huevo duro, pimentón, comino y ají molido. El toque especial se lo da el jugo que desprende la carne durante la cocción, que es absorbido por la masa. Suelen cocerse al horno de barro, lo que les aporta un sabor ahumado característico.
Empanadas salteñas: sabor y contundencia
Las empanadas salteñas destacan por ser jugosas y bien condimentadas. El relleno se elabora con carne de res o de llama, cortada a cuchillo, acompañada de papa, huevo duro, cebolla y pimentón. A diferencia de las tucumanas, las salteñas tienen una base más picante gracias al uso de ají molido. En Salta, también es común que estas empanadas se acompañen de una salsa picante conocida como llajua, hecha a base de tomates, pimientos y hierbas.
Empanadas mendocinas: tradición en la tierra del vino
En la región cuyana, las empanadas mendocinas tienen un lugar especial en cada mesa. Su relleno se basa en carne de res, cebolla, huevo duro y aceitunas. A diferencia de las versiones del norte, estas empanadas suelen tener menos condimentos, destacando la pureza del sabor de los ingredientes locales. Lo que las hace únicas es que muchas veces incluyen pasas de uva, lo que aporta un contraste dulce que complementa el sabor salado del relleno. Como en otras provincias, se cocinan al horno, pero también pueden hacerse a la parrilla, lo que realza su sabor con un toque ahumado.
Empanadas santiagueñas: picantes y sabrosas
En Santiago del Estero, las empanadas santiagueñas son famosas por su sabor fuerte y picante. El relleno tradicional es de carne de res o cabrito, mezclado con grasa de pella, lo que las hace especialmente jugosas. Se le añaden condimentos como ají, comino y pimentón, y, a menudo, se cocinan en horno de barro. El repulgue de estas empanadas es más grueso, lo que les da una textura más crujiente.
Empanadas correntinas: una mezcla de tierra y río
En la región mesopotámica, las empanadas correntinas son un reflejo de la biodiversidad de la zona. Además de las versiones con carne vacuna o de cerdo, es común encontrar empanadas rellenas con pescado de río, como surubí o dorado, combinados con cebolla, pimiento y tomate. Este toque distintivo las convierte en una opción más ligera y fresca en comparación con las empanadas de las regiones más secas del país.
Empanadas patagónicas: un sabor salvaje
En el sur del país, las empanadas patagónicas suelen estar rellenas con carne de cordero o guanaco, típicas de la región, lo que les da un sabor robusto y salvaje. A veces, también se les añade hongos o vegetales locales, como el calafate, una fruta autóctona. Son especialmente valoradas por su sabor intenso, que refleja el clima frío y las vastas extensiones de la Patagonia.